La vasija de barro y El Alfarero

La vasija de barro y El Alfarero
Jeremías 18:4


En estos versículos que hemos leído encontramos un mensaje impactante.  Leemos:
"Y la vasija de barro que él hacía se echó a perder en su mano; y volvió y la hizo otra vasija, según le pareció mejor hacerla."  Esto es impactante porque como podemos leer el alfarero no desecho el proyecto. 
El alfarero lo reconstruyo.  Esto es exactamente lo que muchos de nosotros necesitamos; necesitamos que Dios nos rompa completamente y nos haga de nuevo. 

Necesitamos que Dios rompa de la manera que somos y nos haga según Su voluntad.  Dios nos puede rehacer, Dios puede obrar en nuestras vidas, podemos ser nuevas criaturas según Su voluntad (Ezequiel 34:16), pero primero tenemos que aprender a obedecer (2 Crónicas 7:14). 

Tenemos que aprender ha ser el tipo de barro que Dios pueda formar.  Pensemos en esto por unos momentos.  Como les dije al inicio, no sé cuantos han trabajado con barro, pero para poder trabajar con barro, el barro tiene que poseer ciertas cualidades.   

Primero que todo el barro no puede estar seco, el barro tiene que estar mojado y suave.  Lo que se ve con mucha frecuencia en los creyentes es que según va pasando el tiempo, en vez de crecer mas en el espíritu, a causa de la desobediencia, nos vamos secando. 

Nuestra vida de oración sufre, nuestra vida espiritual comienza a morir, nuestras vidas físicas poco a poco regresan a lo que una ves fuimos, solo tierra sucia.  Les digo esto porque esto es exactamente lo que es el barro antes de que se le añada agua, simplemente tierra sucia. 

Es por eso que todos nosotros siempre debemos buscar mas de Dios, es por eso que todos nosotros debemos escuchar mas Su Palabra, de no hacerlo así nuestras vidas se van secando hasta llegar el momento que nada podrá penetrar.  Puede ser que sigamos viniendo a la iglesia, puede ser que sigamos oyendo los mensajes, pero nada nos afectara porque hemos permitido que nuestra vida espiritual se seque, en otras palabras regresamos al lugar de donde Dios nos saco y nos será mucho peor la cosa (2 Pedro 2:20-21).

Algunos de nosotros aquí podemos estar de esta manera, podemos estar completamente secos, y de la única manera que podremos ser rescatados es que Dios nos rompa y nos haga de nuevo.  Que Dios rompa nuestro orgullo, nuestra avaricia (1 Corintios 3:12-15).  Que Dios rompa en nosotros todas esas cosas que no le son agradables, cosas que no edifican sino destruyen.    

Segundo, el barro no puede contener aire.  No puede contener aire porque si el barro una vez que el alfarero lo termina de formar y lo pone en el horno para endurecerlo contiene bolsillos de aire, pues entonces con el calor del horno según se va secando, la sección o secciones donde se encuentra el aire explotan.  En otras palabras destruyen todo el trabajo que el alfarero había hecho. 

Con esto no les estoy diciendo que dejemos de respirar para que no nos entre aire, así que respiren sin temor.  Pero si les puedo decir que el aire que puede estar escondido en nuestras vidas es el pecado. Nunca dejemos de tener en mente que Dios esta presente en todo momento.

Nunca dejemos de tener en mente que el Señor nos conoce a nosotros individualmente, que nos conoce a nosotros mejor que nosotros mismos nos conocemos. Podemos engañar a muchos, pero nunca podremos engañar a Dios.   

 Un fuerte abrazo
Jorge Altamirano
Pastor